¿Te ha sucedido cuando te sientes triste que no puedes o no sientes energía para realizar alguna actividad? Esto ocurre porque la tristeza se manifiesta también en nuestro cuerpo como un dolor físico que genera una sensación de entumecimiento, donde el cuerpo se adormece y la persona intenta ensimismarse tanto en la actitud y en las palabras como con el cuerpo.
La tristeza a nivel corporal podría relacionarse con la pérdida de energía que ocurre cuando una persona siente dicha emoción. Otro factor importante es la pérdida de interés por uno mismo, pues no sólo no deseamos compartir con los demás o estar activos, sino que también sentimos que nuestras necesidades pierden valor y pasan a un segundo plano.
Con una tristeza que se prolonga en el tiempo es muy fácil que la persona que la sufre pierda sus objetivos y que su foco de atención sean los pensamientos negativos. Por tanto, alguien sumergido en la depresión o con una sintomatología depresiva evita estar activa, ya que al sentir esta emoción de forma constante se genera esa sensación de parálisis y desaliento para actuar.
¿Qué hacer cuando pasamos por situaciones difíciles y sentimos que la tristeza nos comienza a manejar? Aunque la tristeza no es una emoción dañina en sí misma, es importante al igual que ocurre con todas las emociones, controlarla para volver a un estado de tranquilidad. Por tanto, es imprescindible cuando la emoción se activa con nuestros pensamientos y se convierte en una sensación constante, no dejarla avanzar demasiado tiempo.
Es importante que prestes atención y busques la ayuda de un especialista (psicología clínica, entre otros) y que empieces poco a poco a recomponer tu energía (haciendo deporte o algún tipo de actividad que te guste, no necesariamente tiene que ser una actividad física para comenzar) si te sientes triste y eres consciente de que no puedes cambiar este estado y ya ha pasado algún tiempo desde que comenzó la sensación tristeza, te está impidiendo retomar actividades, cumplir compromisos o tener una vida normalmente activa.
Lo primero es empezar a preocuparnos por nosotros mismos. La tristeza y la dejadez con nosotros mismos producen desequilibrios físicos, de salud y la caída de nuestra autoestima. Cuando no nos cuidamos ni nos preocupamos por nosotros, sentimos que no estamos siendo protectores de nuestro propio bienestar y esto genera una baja autoestima.
Por tanto, el objetivo inicial es cuidar de ti, empezar a preocuparte por tus necesidades y darte algunos caprichos personales que te ayuden a cambiar tu foco de atención. No importa si realizas actividades de forma individual como leer un libro, ver una película que te guste, aplicar alguna mascarilla para tu cuerpo, o actividades donde intervengan otras personas, salir con personas conocidas, ir a una peluquería, estar en el gimnasio, hablar con tu familia, amigos, etc. Lo importante es ayudarte a cambiar el foco de atención con una actividad sana y positiva. De esta manera estarás activando tu bienestar personal cuidando de ti, y además tu mente comenzará a sentir la sensación de que te estás cuidando y que por ende estás protegiéndote a ti mism@.
La protección que te das debe ser con el cuidado, cubriendo tus necesidades, trabajando por tus proyectos, cumpliendo tus objetivos, etc. Esto nos genera bienestar y en consecuencia nuestra autoestima se eleva.
La tristeza jamás se irá definitivamente de nuestras vidas ya que forma parte de nosotros, pero estará equilibrada y nos servirá para cuando tengamos que reflexionar y salir de una crisis.
Nuestro aspecto físico solo se verá afectado si permitimos que nuestros sentimientos nos manejen. Si esto ocurre, lo que tiende a suceder es que nuestra mirada cambia por una mirada triste y nuestra sonrisa se empieza a contraer. También la postura corporal tiende a cambiar, haciendo que nuestra espalda se encorve o que mantengamos posturas de ensimismamiento como mirar hacia el suelo, entre otras.
Podemos también trabajar la respiración para mitigar los efectos que producen las emociones en nuestro cuerpo. Respirar profundo ayuda mucho para el manejo de estas tres emociones: la tristeza, el enojo y el miedo.
Para conocer acerca de las 5 emociones fundamentales en los seres humanos haz clic Aquí y aprende más acerca de este tema.
Recuerda cuando sientas tristeza pensar en tí, en que eres merecedor o merecedora de amor propio y por consecuencia puedes tomar las riendas de tu presente y motivarte para hacer pequeñas actividades que te van a llevar a grandes cambios y a la estabilidad que tanto buscas.
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