El estilo en la forma de vestir se encuentra necesariamente unido a la personalidad. Es importante aclarar que la moda es diferente al estilo, ya que este inicia desde el interior, desarrollado a partir de una serie de características obtenidas por nuestro estilo de vida, nuestras experiencias, el carácter que hemos desarrollado a lo largo del tiempo y todos estos elementos unidos a su vez comunican mensajes a los demás.
En ocasiones intentamos imitar el estilo de otras personas con el objetivo de agradar u obtener algún beneficio similar al del otro. Sin embargo, estamos cambiando nuestra apariencia sin respetar nuestra individualidad.
También existen numerosos casos de personas que creen no tener estilo, lo cual es un error porque todas las personas tenemos un estilo e incluso varios, que como bien lo hemos dicho vienen dados por la personalidad. Existen diversos estudios psicológicos sobre los estilos de personalidad que aplican tanto para hombres como para mujeres, y concluyen que existen 7 estilos universales. Aunque la mayoría de las personas pertenecen a uno o tienen uno predominante, muchas otras también tienen mezclas de varios de estos estilos.
El estilo dominante no cambia. A lo largo del tiempo nuestras condiciones de vida pueden ir cambiando y tal vez incorporemos elementos de otros estilos. Sin embargo, nuestro estilo dominante siempre se mantendrá sobre los otros y volveremos a el incluso realizando combinaciones con los demás estilos.
Estos 7 estilos universales son:
1. Natural o casual
2. Tradicional o clásico
3. Elegante o sofisticado
4. Romántico
5. Creativo
6. Dramático
7. Seductor
Es importante reconocer que ninguno es mejor que otro y que bien llevado puedes sacarle mucho partido a tu propio estilo. Sin embargo, todos ellos también pueden derivar en una imagen inadecuada si no se emplean bien, y por esta razón muchas personas dicen no tener estilo.
A continuación explicaremos de qué se trata cada uno y que prácticas se pueden adoptar para potenciarlos:
Estilo natural o casual
Lo utilizan personas que muestran una imagen relajada, usando casi siempre prendas básicas. Aunque gustan de la moda, no se dejan llevar por las últimas tendencias.
Las personas con este estilo son prácticas, espontáneas, prefieren no estar tan arregladas la mayoría de veces (en relación a cabello, ropa, maquillaje, etc.), por sus características de la personalidad suelen ser sencillas y cercanas en el trato.
El riesgo en el estilo natural:
El estilo natural bien trabajado refleja todas las cualidades anteriormente descritas. Sin embargo, abusar de este estilo puede llevar a vestir “demasiado natural”, haciendo que visualmente la persona parezca mal arreglada o insípida, es decir, con un aspecto muy básico sin un detalle sobresaliente en la imagen, lo que puede de cierta manera provocar un desinterés visual por parte de las demás personas.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
1. Lleva un detalle adicional en tu presentación. Por ejemplo: unos pendientes llamativos, un broche en tu suéter o chaqueta, zapatos más estilizados aunque cómodos o un bolso con color o algún detalle especial.
2. Utiliza algo de maquillaje (un labial, un poco de rubor, etc.) e incluso arregla tus uñas maquillándolas del color que prefieras. Con un solo producto empezarás a crear una diferencia en tu imagen.
3. Es importante que no descuides tu cabello. Organiza tu pelo sin importar el tipo de peinado que lleves (suelto, recogido, con trenzas, entre otros).
4. Intenta comprar pantalones y camisas que se amolden a tu cuerpo y sean de tu talla. No necesitas comprar ropa ceñida pero sí que se adapte a tu tipo de cuerpo.
5. Utiliza ropa que se encuentre en buenas condiciones. Por ejemplo: el color de tu ropa que no esté desteñido por el uso, ropa manchada, sucia, sin planchar, entre otros.
Estilo tradicional o clásico
Es el estilo de personas conservadoras y/o recatadas, que no suelen utilizar prendas llamativas o fuera de lo común. Suelen utilizar ropa de traje y prefieren llevar lo más tradicional en su presentación. Aunque también gustan de la moda, suelen empezar a utilizar las nuevas tendencias de forma moderada cuando ya están medianamente consolidadas.
Generalmente, son personas estables que prefieren ir a sitios y tratar con personas que ya conocen en vez de experimentar con nuevos cambios, por ejemplo: el restaurante de toda la vida o el salón de belleza en el que ya conocen al personal que atiende, etc.
El riesgo en el estilo tradicional:
El riesgo radica en verse anticuado o desactualizado. Cuando una persona de gusto tradicional o clásico no renueva su armario (independientemente de la capacidad económica), suele tomar por costumbre utilizar siempre los mismos atuendos durante mucho tiempo al no sentir esa necesidad de cambio.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
1. Siempre existe en el mercado ropa actual con corte clásico. Identifica las prendas que mejor van contigo, cómpralas y úsalas, así empezaras a reacomodar tu armario y actualizarte sin perder tu estilo. Hazlo poco a poco para que empieces a tomar costumbre en ir cambiando. Por ejemplo: cambiar una antigua chaqueta desactualizada por una nueva de corte clásico.
2. Luce más tu personalidad utilizando cortes de ropa más modernos. El hecho de comprar ropa nueva no siempre significa que ya no nos vamos a ver anticuados. Es importante arriesgarse a probar otros cortes de ropa más modernos y, si lo prefieres, que no sean muy diferentes a los de corte clásico que venías utilizando.
3. Compra ropa atemporal. Estas son prendas que jamás pasan de moda y sirven casi para cualquier ocasión ya que combinan con todo. La ropa atemporal generalmente viene diseñada en las telas y colores más comunes, algodón, jean y drill en tonos neutros, por ejemplo. Invierte en estas prendas y adquiere aquellas que sean de buena calidad ya que lo ideal es que duren bastante tiempo.
4. Salir de esta zona de riesgo implica un riesgo en sí mismo. Lánzate a probar y pon atención en lo que mejor le sienta a tu figura y a tu personalidad.
Estilo elegante o sofisticado
No es un estilo muy habitual, aunque es anhelado por mucha gente cuando logra el éxito en algún momento de su vida. Requiere una inversión de dinero en el tipo de telas que se utilizan, ya que tanto el conjunto como los materiales van a reflejar estatus, poder y prestigio.
Las personas con este estilo siempre van muy bien arreglados en todos los aspectos, siendo lo opuesto al natural (uñas siempre arregladas, cabello arreglado, maquillaje muy bien puesto etc.). Son personas muy conscientes de su posición de poder, de éxito y que suelen despertar admiración en los demás.
El riesgo en el estilo elegante:
El riesgo es mostrar una imagen ostentosa y prepotente. Es el caso de quienes tienen una apariencia excesivamente impecable y, algunas veces, recargan su imagen con prendas o materiales muy refinados. Adicionalmente, corren el riesgo de mostrar una actitud fría y distante ante los demás. Es importante recordar que el estilo no sólo viene determinado por la ropa que utilicemos, sino que también se determina por la personalidad.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
Para llevar bien este estilo es imprescindible compatibilizarlo también con la personalidad y la forma de comunicación verbal y no verbal con la gente. La sencillez y la cordialidad son las mejores cualidades para cualquier estilo que decidamos llevar.
1. Combina las prendas llamativas con otras más sencillas para no mostrar un aspecto demasiado ostentoso.
2. Opta por detalles más discretos en tus complementos (cinturón, sombreros, bolsos y accesorios en general). Recuerda que “la simplicidad es la clave de la verdadera elegancia”, según Coco Chanel.
Estilo romántico
Consiste en resaltar mucho la feminidad en las mujeres y en proyectar calma mediante colores suaves en la ropa. Combina accesorios con detalles sutiles y telas con encajes y volantes.
A las personas con este estilo les gustan las combinaciones de color entre la ropa y los complementos, por ejemplo: llevar el bolso o la cartera del mismo color que los zapatos o el suéter. Aunque esto también se suele hacer en otros estilos, quienes utilizan un estilo romántico lo hacen con mucho más rigor y cuidando los detalles.
La característica que proyectan principalmente las personas de este estilo es la ternura, aunque también suelen ser personas amigables, tranquilas y en busca de ayudar a los demás.
El riesgo en el estilo romántico:
Es fácil identificar a personas que abusan de este estilo, ya que pueden mostrar un aspecto infantil en su manera de vestir, e incluso mostrar una apariencia ingenua y/o algo cursi.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
Es importante no sobreponer la trivialidad a la ternura y a la feminidad:
1. Evita llenar tu armario de prendas estampadas con figuras que, aunque te encanten, acentúan el lado infantil del estilo romántico. Con esto nos referimos a estampados como por ejemplo: estrellas, lunas, animales pequeños, flores, corazones, entre otros. En cambio, opta por utilizar algunas prendas lisas (sin estampados) de colores pastel e incluye encajes, boleros o volantes para obtener un look romántico con distinción y más moderado.
2. El anterior punto también aplica para los accesorios (especialmente si eres mayor de 30 años), ya que existen en el mercado algunos accesorios con figuras que representan la etapa de la niñez y en ciertas edades pasan de ser algo jovial e innovador a ser directamente infantil.
3. Si consideras que todo lo que ves en tu look te evoca a una niña o una adolecente, cambia algunos complementos, por ejemplo combina los vestidos tipo princesa con flores y colores muy pasteles junto a unos botines con tacón negros y una chaqueta de cuero.
4. Algunos días también puedes combinar tus colores claros favoritos con tonos más oscuros para generar contraste y neutralizar el exceso de tonos claros en algunos outfits que, en ocasiones, pueden cansar la vista.
Los estilos que veremos a continuación jamás pasan desapercibidos. A las personas que los utilizan de forma predominante en su manera de vestir les gusta llamar la atención del entorno en el que se encuentran. Además, estos estilos viven a la moda y deben tener aún más cuidado en no convertirse en víctimas de la misma.
Estilo creativo
Las personas de este estilo gustan mucho del color en todas sus facetas (colores desteñidos, estampados con color, mezclas de color, etc.). Son personas impredecibles, poco convencionales y poco o nada les importa lo que los demás piensen de ellos por su manera de vestir. También les encanta mezclar telas, texturas y formas, y tienen la capacidad de aplicar en sí mismos ideas innovadoras para sus outfits.
El riesgo en el estilo creativo:
Este es un estilo genuino que expresa la creatividad y la individualidad de las personas. Sin embargo, las personas de este estilo pueden caer en un exceso de creatividad, resultando en una imagen exagerada o estrafalaria, que hace que no sean tomados en serio.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
1. Ten cuidado con la mezcla que realizas de colores y de estampados entre sí, porque estas son las combinaciones que pueden dañar un buen look.
2. Debes cuidar tu aspecto y equilibrar el uso de prendas creativas en exceso de acuerdo al ámbito laboral o a las actividades que realices, con accesorios menos rimbombantes a la vista.
3. Revisa tus looks antes de salir a la calle y depura tu imagen si ves que está muy recargada.
Estilo dramático
En la mayoría de ambientes nos encontramos o hemos encontrado personas con este estilo. Los dramáticos son personas dominantes, muy seguras de sí mismas, lanzadas u osadas y determinantes en su carácter, implementan en su ropa algo de sofisticación y al mismo tiempo intentan impactar con su imagen. Este estilo tiende a reflejar tanto en hombres como en mujeres características masculinas.
Suelen lucir accesorios llamativos y de cortes puntiagudos. Los tatuajes en todo el cuerpo y el uso del color negro en la ropa es otra de las características habituales de este estilo.
El riesgo en el estilo dramático:
Demasiado dramatismo en el vestir puede provocar una apariencia agresiva e intimidante. Es importante no abusar de este estilo especialmente en determinados ambientes, ya que podría provocar rechazo en otras personas. Es habitual que quienes sean de este estilo no calibren de forma objetiva si su aspecto es el adecuado en ciertos ambientes, debido a su personalidad osada y determinante. Sin embargo, es importante analizar la imagen que presentas e identificar si estás ganando más adeptos o si por el contrario tanto tu imagen como tu personalidad pueden estar afectando tú relación con las demás personas.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
Estas son algunas propuestas en la forma de vestir y los complementos:
1. Cuida los excesos. Evita en un solo día llevar prendas con un exceso de color negro (especialmente si no lo vas a contrastar poniendo color en otras partes, como en los accesorios o en el maquillaje).
2. Evita también el exceso de prendas en material de cuero, ya que le confiere bastante carácter a tu outfit. En su lugar podrías mezclarlo con otras telas generando contrastes interesantes.
3. Utiliza un maquillaje acorde con tus actividades del día y evita aplicarlo con exageración. Mejor opta por no maquillar tus cejas en el caso de que tus rasgos faciales sean fuertes o tengas cejas muy pobladas.
4. Usa en tus looks prendas o accesorios más femeninos y mézclalos con prendas de estilo dramático, te darán una apariencia muy interesante y acentuarán tu esencia femenina.
Estilo seductor
Es propio de las personas a las que les gusta mostrar su cuerpo. Los seductores tienden a cuidar su estética y su cuerpo (asisten al gimnasio con frecuencia, hacen deporte, se ejercitan y acuden a centros para la aplicación de tratamientos o productos estéticos). Sin embargo, hay personas de este estilo con sobrepeso a las que también les gusta utilizar prendas ajustadas a su cuerpo. Los seductores utilizan ropa ceñida, escotes, transparencias, faldas cortas, telas muy delgadas, entre otros tipos de prendas y materiales que tengan como fin resaltar el cuerpo.
Aunque las personas con otros estilos también pueden gustar de los cuidados en el cuerpo, en la mayoría de los casos estos cuidados son más en la salud (alimentación, deporte, etc.) que en la estética; mientras que un seductor o seductora tiene como objetivo especial marcar su figura. Su personalidad suele ser extrovertida, desinhibida y dinámica.
El riesgo en el estilo seductor:
El mayor riesgo es verse vulgar, además mostrar demasiado y caer en lo ordinario. Es importante mantener la objetividad para analizar si el aspecto que llevamos al salir de casa es acorde al entorno al que acudimos.
Recomendaciones para mejorar tu imagen:
1. Si eres una persona con curvas o con una forma atlética especial, es importante controlar un poco como las enseñas.
2. No es recomendable mostrar arriba y abajo a la vez: si destapo arriba tapo abajo, y viceversa.
3. En el caso de las personas con sobre peso en el abdomen, las telas muy gruesas pueden hacer que visualmente te veas con mayor sobrepeso, mejor utiliza prendas ligeras en tonos neutros u oscuros. Si usas prendas de tonos vivos, evita que sean satinadas o con brillantes para equilibrar la figura y no llamar la atención en la zona menos deseada. También incorpora cinturones gruesos sobre tu cintura para delinearla con vestidos o con blusas y evita las prendas que tengan volantes y estampados en dicha área del cuerpo.
4. Sé seductora con mesura. No es lo mismo mostrar por mostrar que hacerlo con inteligencia. Si deseas mostrar una parte de tu cuerpo ten cuidado de no enseñar más de lo debido, ya que esta es la delgada línea entre la seducción y la vulgaridad.
Recomendación final para todos los estilos:
Existen tiendas y marcas enfocadas a cada estilo. Si te ha gustado o te identificas plenamente con alguno, puedes ubicar algunas de estas tiendas para empezar a recomponer tu propio estilo y disponer de lo que mejor vaya contigo.
Empieza por establecer cuál es tu estilo predominante y con qué estilos lo mezclas para permitirte disfrutar de ti plenamente en tu día a día. Comprender y analizar los diferentes estilos nos ayuda a identificar la imagen que queremos proyectar en coherencia con nuestra personalidad, y también nos enseña a respetar la individualidad del otro y los mensajes que damos a través de la comunicación no verbal.
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